sábado, 1 de septiembre de 2012

Armadillo

Pocos restaurantes tienen la fuerza de hacerme volver por su constante calidad, aquellos en los que siempre me va bien y por lo tanto son los primeros en la lista cuando tengo algún invitado. Uno de ellos es Armadillo, en la llamada Zona G (Calle 72 con 5a).

Lo descubrí porque a mi mismo me celebraron un cumpleaños allá y vaya si fue buena elección. La carta no es abrumadora y se consiguen platos para todos los gustos. Es por eso que allá llevé a mi madre de cumpleaños, porque no come sino pescado y no quería invitarla a las tradicionales pescaderias capitalinas. El sitio es bonito, confortable y tiene un gran ambiente. No se pierdan este lindo cuadro de.... como no, armadillos:

De entrada un excelente jamón serrano con mango en vinagreta cítrica. Delicioso en su sencillez y contraste y apenas para abrir el apetito.

Luego a lo que vinimos, la carne, que siempre está jugosa sabrosa y sobretodo bien hecha, el término medio es perfecto. Yo la pedí estilo Jalisco, chatas a la brasa con jalapeños y guarnición de puré de papa; qué más clásico que esto?

Mi mamá por supuesto se fue por un exquisito atún rosado a la brasa con salsa de mandarina, que estaba para chuparse los dedos. Lo interesante del sitio es que los platos son más bien generosos y por los precios realmente viene a ser toda una ganga.

De postre la elección fue Cheesecake de frutos rojos, tal vez de las fotos más apetitosas que le he tomado a algo dulce. De solo recordarlo me dan ganas de volver.

Esta vez no hubo cacería al espresso perfecto, asi que es otra excusa para volver. Buena atención, lugar, ambiente y precios, como dije: si tiene invitados es un buen lugar para ir a ojo cerrado.