En este largo recorrido gourmet se topa uno con joyas cada cierto tiempo. Uno pensaría que los buenos restaurantes quedan en las zonas más conocidas de la ciudad como la T o Usaquén o la zona G; pero eso es un mito como lo demuestra Fornalla.
Este restaurante queda nada menos que en Teusaquillo, barrio que gozara antaño de gran prestigio pero hoy pocas persona quieren vivir en casas tan grandes. Se prestan eso si para ser remodeladas y, como el caso de Fornalla (se pronuncia Fornala) o más bien su asociado Casanovas Boutique, convertirse en hoteles boutique.
No hablaré del hotel, que me pareció bonito pero si de la comida de este especial restaurante, con el cual tuvimos que hacer reserva con tiempo pero para el pato, que se agota con facilidad y cuya preparación requiere tiempo.
De entrada nos sorprendieron con un sabroso pan artesanal acompañado paté de la casa; lo despachamos rápidamente.
De plato fuerte obviamente la suprema de pato, que estaba como dice el menú: jugoso. Ya había dicho que este sabor es muy característico y con Fornalla me reitero en lo dicho, el pato es simplemente delicioso. De acompañamiento hubo dos guarniciones, un couscous y ensalada.
Miren ese delicioso cuero del pato, luce espectacular.
Para bañar los platos nada mejor que el vino de la casa, recomendado e importado por su propio chef, el cual lo atiende a uno personalmente, cosa que me gustó bastante. Fui entre semana y luego para trabajar da un poco de aprehensión volver medio entonado pero esa sensación del estómago lleno de delicias contrarresta cualquier preocupación.
De postre elegimos el plato degustación que trae tres de los innumerables postres de la carta y debo decir que todos estuvieron ricos, especialmente el parfait de chocolate. Tamaños perfectos, un postre debe ser la culminación del festín y como eramos 6...
No pedí espresso, asi que mi caza del espresso perfecto tendrá que esperar a la próxima vez que vaya y les aseguro que volveré... asi sea a su gastro-market, con muchas preparaciones para llevar a casa.
¿Y los precios? constaten ustedes mismos la carta. A mi me parece que por el servicio y la calidad de la comida son más que razonables. Y sin van, que les muestren los cuartos del hotel, si no viviera en Bogotá me hospedaría unos días que quiera descansar y comer bien y nada más.
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