domingo, 8 de mayo de 2011

14 Inkas

En la universidad tenía un amigo que hablaba de su novia y los restaurantes a los que lo invitaba. Era una época en la que tenía que ahorrar para ir a Crepes y Waffles. El nos contaba que iban a restaurantes donde la comida era muy rica pero servían tan poca que le tocaba rematar con un perro caliente más tarde.
Para mi esa leyenda de restaurantes que sirven muy poco era eso, leyenda. Pensé que tal vez pedían entradas y por eso terminaban con hambre e irse de entradas es una opción válida sobretodo en la noche que para dormir bien toca no comer tanto.
Eso fue hasta que conocí 14 Inkas. Fui a almorzar a este restaurante peruano, que hace parte de esa enorme (y deliciosa) expansión que ha tenido este tipo de comida en Bogotá. Tiene un diseño muy bonito y el ambiente resulta agradable desde que uno entra. 
Para empezar pedimos jugos con un toque de pisco que estaban muy ricos, aunque yo pedí el Pisco Sour, una tradición que tengo con estos restaurantes como les contaré en otras reseñas y que estaba delicioso y entonador (pero va ganando el de Astrid y Gastón).
De entrada pedimos los dos piqueos mixtos, que consiste cada uno en cuatro selecciones de entrada, normalmente ceviches y que estaban buenísimos.
El vaso de jugo con toque de pisco, un imperdible y en primer plano los piqueos.
De plato fuerte pedí el famoso Ají de Gallina, sobre el cual mucha gente tiene reservas porque la gallina en Colombia suele ser un plato apto para dientes poderosos por lo dura; obviamente no es lo que uno esperaría en un restaurante de categoría y debo admitir que estaba tan rica que me la terminé en pocos minutos.
Pocos minutos porque desafortunadamente es muy pequeña. Para ser plato fuerte me parece que le podrían mejorar el tamaño. No fui el único que se sintió comiendo una entrada.
Otro ganador sin duda fue el ceviche (o cebiche) tradicional, que si bien aparece como entrada es posible pedirlo como plato fuerte.
Como el día era joven y el grupo grande decidimos que el postre y el café lo tomaríamos en otra parte, por lo que les debo la reseña respectiva pero si vuelvo lo actualizaré. En promedio el plato es a $25.000 lo que suena poco costoso comparado con Astrid y Gastón o la misma 80 Sillas. Eso si, de volver sería en la noche porque a pesar de lo delicioso los platos le dejan a uno las ganas de más.

1 comentario:

  1. charlie, que puedo decir este tipo de restaurantes son para gente como yo que come poquito y queda super bien con solo el plato principal.

    Pero los precios son demasiado costoso como para darse el lujo de quedar con hambre, hermoso el sitio y estoy de acuerdo con lo del pisco super delicioso, me gusto mucho el jugo de maracuya con pisco.

    si hay que volver si estoy totalmente de acuerdo con una salida nocturna, aunque no nos digamos mentiras, en ocasiones los acompañantes comen demasiado jajaj

    genial reseña

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